benchy43

ACABO DE REIR OTRA VEZ Y ESO NO ES NORMAL.

 

Hoy me reí otra vez.

Y eso no lo tengo tan claro,

no se si está bien o está mal.

Siempre he sido muy puntilloso,

las cucharas deben ir con las cucharas,

cuchillos con cuchillos, tenedores con

tenedores. Todos apuntando al sur.

Las camisas también, colgadas

mirando al sur.

Y de pronto me llega esa risa que

descompagina todo. Y mucho me temo

que me revuelva todo. Y todo se

mezcle y los cubiertos apunten

al norte, al oeste y -ni pensarlo-,

al este y las camisas ni siquiera

miren. El este es todo mar, el

oeste todo roca, el norte está

muy lejos. El sur, acá, tiene frio,

mucho frio. Pero la gente es simpática,

siempre anda sonriendo. Camina y sonríe,

se sienta y sonríe. Aunque, a lo mejor

-y esto se me acaba de ocurrir-, habrán

sonreído a la intemperie y se les

congelaron las facciones de la cara.

Aja... ¿y por qué no hay gente llorosa

por las calles? Simple, porque los su-

reños (supongo), ocultan sus lloros bajo

las sábanas y no sueltan lágrimas

al aire libre para que no sufran los

efectos de las heladas. Ajá... ¿y los

de rostro enjuto, ceño fruncido,

cara de trasero, etc.?

A esos no les prestemos atención, no se

la merecen, con frio o con calor se

verán siempre igual.

 

Acabo de reír otra vez y eso ya es grave.

 

Tengan ustedes un hermoso 23.

 

Derechos reservados por Ruben Maldonado.