No voy contando el tiempo,
va cambiando el tiempo,
sin déjame caer,
sin lograr a comprender.
Espejo y espejismo,
algo llevan de lo mismo,
tan avergonzado de ser distinto,
extraño aparato resulta el oasis.
Grito y reprimo por osmosis,
es mi deseo de escape,
aunque la calle me marque,
en el exilio vuelvo a contar abismos.