Cuando me decís: \"te quiero\",
simplemente me estremezco,
y dejás tu gran tatuaje
en mi piel cual firmamento
y rúbrica de tu tinta
que atraviesa el pensamiento.
Cuando me decís: \"te quiero\",
el mundo se hinca ante mí,
y desbarata vigilias
que sacuden mi existir.
Pues tu fuerte conjuro
arrasa y revive mi muerte,
como una ilusión arcana
que persuade mi simiente.
Pues tu fuerte conjuro
abre la corola que sostiene
cada uno de los filos
que hieren de amor doliente.
Porque es júbilo triste,
no poder tenerte siempre
como infinito y cíclico tiempo
que no cese ni repliegue
su estancia ante la mortaja
o los confines de lo humano.