En Ica, ciudad de sol y arena,
se alza el Saraja, cual guardiana serena.
Cerro imponente, de historia ancestral,
con leyendas que cuentan, un cuento sin igual.
Dicen que en sus faldas, la Huaca descansa,
protegiendo el valle, con su eterna danza.
Espíritus antiguos, de la cultura Ica,
que en el cerro encuentran, su morada rica.
Cuentan los abuelos, con voz pausada,
que el Saraja es mágico, tierra encantada.
Que en sus entrañas, tesoros se esconden,
de reyes y reinas, que allí responden.
Pero también hay mitos, de almas en pena,
que vagan perdidas, en la noche serena.
Espíritus errantes, buscando la luz,
en el cerro sagrado, donde reina la cruz.
Los iqueños lo veneran, con fervor y fe,
al Saraja querido, que siempre está de pie.
Le rinden tributo, con danzas y cantos,
y le piden protección, para todos los santos.
Así, el cerro Saraja, se alza majestuoso,
testigo de la historia, de un pueblo grandioso.
Con sus leyendas y mitos, que nos hacen soñar,
en la magia de Ica, un lugar sin igual.