¿Y Dios?
Acaso la muerte sea el éxtasis, para descubrirte
Y la vida el anhelo de contemplarte
Como el beso definitivo de una despedida
O la alegría inenarrable de una confluencia
¿Acaso lo imposible se conquista entre tinieblas?
Sin velas, sin cirios ni ataduras
Oh lo censurable se libera sin mácula alguna
Sin deseos hilarantes, sin sagrarios ni corderos inmolados
¿Será que morir no es el éxtasis?
Y en las sombras de la noche se descubre tu figura
Seduciendo los pavores con un ósculo contundente
Sometiendo los rencores con sueños inocentes
¿Será que vivir se alcanza sin maestro?
Ataviado de universo sobre olas inmortales
Sin rugidos en el pensamiento
Sin campanarios sordomudos
Sin estolas ni sacramentos