Suaves rayos de luz
que emana el sol,
suaviza la brisa
que bajo del cielo azul
hace crecer al amor
que es causa de tu sonrisa.
Sus motas como algodón,
dan la sensación de suavidad
elevando el resplandor dorado
de un contrito corazón
que perdido en la oscuridad
en ti, su luz ya la ha encontrado.
Provocando así el deseo de amarte
provocando así el deseo
de amanecer contigo
para de tu altar bajarte
y una oblación te prodigo.
Y más ya no te digo
porque quiero acariciarte
y esa sensación del cielo
ni lo dudes...
¡Qué he de causarte!
DivinaSensación
©Violeta