He caminado a mí.
Al desandarme. me he encontrado
Con tus lágrimas, ya añejas,
A verlas, sentí aquella tarde cuando
El adiós se aposento en nuestras vidas.
Nos convertimos en lejanos recuerdos
quizás, ya olvidados, al ver tus lagrimas
solo distinguí cuanto nos amamos y que
tan largo ha sido el olvido.