Será el alfabeto tu cuerpo
que me enseñará tus deseos
serás mi mejor runa
serás como un amuleto.
Tu cuerpo será monasterio
donde entregaré mis secretos
pecaré del lado izquierdo
donde viven mis placeres
esos que son mercaderes
a los ojos de la luna
y que en las playas se acunan
como verdaderos peces.
Te entregaré mi coral
entre labios de rubí
desbordando frenesí
el día que te pueda hallar.