Poeta De La Otra Esquina

Dentista.

Había empezado a tenerle
un poco de simpatía
pero no quise ofrecerle
mi tiempo como a una tía
que quiere ser importante
a costa de otras esperas
con un título rimbombante
de soberbia y sus esferas.

\"Que venga que le daré
control a esta operación,
avise y no tendrá espera,
lo llamaré por mención\",
y no sé si no le caí
bien a su secretaria
que me ignoró por completo
sin darme prerrogativa
de turno para irme pronto
¡y yo que no dije nada!

Solamente es que atiné
a dejarle una nota a ella,
a las dos aquí mentadas
y les dije mi parecer
por escrito y sin censura
le arranqué a su cuadernito
\"su\" de ella muy secretaria
una hoja y me importó un pito
si no le gusta que le toquen
sus cosas o qué se yo,
y me fui sin mirar atrás.

¡Habrase visto el destrato!,
y encima particular.