el M

Cazador de almas

Tras esa ventana eterna

Desde donde se aprecia al mismo tiempo

El capricho del viento

El lago más limpio y la más sucia taberna

Escondida la visión enferma

La visión pura

La visión que jura ser imperecedera

Con convicción, se apura y se desespera

Caza ternuras y premuras

Caza fieras, cerros, flores, cuerpos y aceras

Caza humo y sentimiento

Llanto triste, llanto contento

Hace inventos, hace intentos

Caza en hileras

Carreras y asientos

Caza casas

Caza razas

Caza masas

Caza casamientos

Hundimientos y elevaciones

Es ecuánime

Es posible que te anime

A algunos los deprime

El ojo es sublime

El índice el calibre

El momento es libre

El coraje es evidente

El pasaje es inconsciente

El paisaje es cómplice

El ángulo es un códice

Las nubes son matices

Encontraste en el contraste

Lo más excelso de lo lastre

Y lo bueno de los desastres

Logras que se celebre lo célebre

Lo alegre y lo fúnebre

Expones lo expuesto

Y lo que se cubre

Lo que sufre y lo que disfruta

Logras que se discuta lo más simple

El tiempo se templa

La niebla se contempla

El agua se petrifica

Los colores se trafican

Y los edificios tiemblan

Con un relámpago se siembra

Y su propia luz es la cosecha

Se acecha, se sospecha, se estrecha

La mecha es un pequeño universo

Y la derecha escribe los versos

Participan las dos manos y un dedo pone el sello

Giro de ciento ochenta grados del cuello

Del tiempo y del espacio eres dueño

Eres un cazador de almas

                             Un creador de sueños.