JUSTO ALDÚ

ALLENDE A TU CINTURA

ALLENDE A TU CINTURA

A veces el pecado se asoma a mi portal...

Omar Alfano, panameño 

Allende a tu cintura,

se deshacen los límites del mundo,

y mi voz, atada al contorno de tu carne,

recita plegarias que no esperan respuesta.

 

Tus caderas son geometría imposible,

un compás secreto que inclina mis manos

hacia la devoción de tu pulso íntimo,

donde el deseo se curva en silencios de ébano.

 

El aire que nos roza es un coro de luces,

y mi aliento, un poeta sin nombre,

se enreda en el laberinto de tu sombra,

buscando la frontera donde termina el cielo.

 

Allende a tu cintura,

la carne es un templo y yo su monje,

y en la melodía sagrada de tus nervios

se derrama la eternidad que se llama placer.

 

JUSTO ALDÚ © Derechos reservados 2025