Muéstrame quién eres,
fuera de todo lo que te duele.
Déjame vislumbrar en ti,
entre tus huracanes y tormentas.
Entrégate sin ataduras
y no temas
al amor que tanto ansías.
El dolor parece intacto,
pero día con día
se va curando.
No te encierres,
no te aísles,
no dejes de creer,
no sientas no merecer.
No dejes
que tu corazón anochezca
ante la caricia que carezca.
No dejes
que tu corazón se amargue
ante la insensibilidad cobarde.
–Versos de Nana