Como amantes prohibidos
Llega el verano
se abre la valija
del bien.
Busco apasionadamente
la remera, remerón
holgado, grande
prestada, robada
de mi hermano mayor.
El otoño pasado
se mezcló, la escondí
entre mis shorts.
La magia de creer que es mía
se rompe el primer día de sol.
Me ve, la detecta
la pide, me lo exige
es el fin
de mi loco amor de verano.