Vatra

Todos, menos yo

Cada pizca de felicidad me cuesta una eternidad de tristeza.

Mi felicidad es efímera y mi tristeza eterna, porque si no derramó lagrimas no seria nadie. 

Mi castigo por ser yo fue conocerme.

Por mas que trato no puedo aceptarme, quisiera ser cualquiera menos yo.

Por eso escribo, para dejar de sentir mi piel al menos por un segundo.

Intento de olvidarme quien soy.