Jorge L Amarillo

Llueve

Llueve.
Mis pensamientos viajan vertiginosos
por caminos que me son insospechados.
Las nubes destilan a sus lágrimas furiosas
y el viento es un látigo que azota, como el pasado.
 
 
Llueve.
Oigo el rumor de voces de una ausencia
de esa sombra que hoy ya no está a mi lado.
Miro y puedo ver el rostro del mismo silencio
y hallo dentro de mí el motivo frágil de mi llanto.
 
 
Llueve.
Parece que el mismo tiempo ya se ha detenido
entre las penumbras de mi alma entregada al ocaso.
Truenos y relámpagos que toman dimensión
en esta soledad que fiel aún aquí me está abrazando.
 
 
Llueve.
Donde algo de mí se aferra a no darse al olvido
con el corazón que al dolor se va anticipando.
Solo es una tarde, con una lluvia de abril
y mi vida como esta tormenta, tambien esta pasando...