Jose de amercal

ALMA PERDIDA

Con la pureza en sus ojos, y el alma en flor,

se enamoró creyendo en un eterno amor.

Pero la traición, como un puñal certero,

la hundió en la noche, de un destino severo.

 

Engañada y rota, su mundo se quebró,

y en la prostitución, su vida se perdió.

Buscando venganza, con saña y rencor,

tratando de dañar, sin mostrar pudor.

 

En cada encuentro, dejaba su alma,

vaciando su ser, sin encontrar la calma.

El odio la consumía, sin cesar,

y en la oscuridad, su vida iba a parar.

 

Sin esperanza, ni un rayo de luz,

se hundió en el abismo, con su cruz.

Su corazón, ya no podía amar,

solo rencor sentía sin cesar.

 

Y así, su vida llegó a su final,

en un mundo cruel, sin igual.

Víctima de la traición y el desamor,

su alma se perdió, sin ningún valor.