EmilianoDR

_Las Ratoncitas y el gato_

 

_Las Ratoncitas y el gato_

 

En un granero chiquito,

vivía un grupo bonito,

bailaban, saltaban todas,

comiendo migas en bodas.

 

Una decía muy ufana:

—¡Soy la más lista, la hermana!

Ningún gato me da miedo,

yo corro y salto sin enredo!

 

Otra, de voz pequeñita,

dijo: —Yo tengo una cita,

¡con el queso del estante!

—¡Ve, corre! —gritó su ayudante.

 

Pero del techo, callado,

bajó un gato despistado;

con paso lento y tranquilo,

miró el suelo… con gran sigilo.

 

Las ratas, muy divertidas,

creyeron cosas fingidas:

—¡Ese gato no hace nada!

¡Debe estar viejo y sin espada!

 

De pronto el gato, sin ruido,

dio un saltito decidido;

las tres ratonas valientes

salieron todas de enfrente.

 

Corrieron sin rumbo claro,

sin su queso ni su amparo;

y la ratona mayor

susurró con gran temblor:

 

—Tal vez fuimos presumidas,

por eso estamos perdidas.

El gato solo miraba,

y en silencio las… esperaba.

 

Moraleja:

No hay inteligencia que valga si la soberbia la dirige.

A veces el peligro no ruge… solo observa, paciente, como el gato.

Cuento para entretener a mentes inocentes que creen que el gato solo juega con las ratoncitas. 

Donde no hay ratas, suelen haber gatos.

 

 

EmilioDR
8/20/25