Nkonek Almanorri

ESE DIOS...

Hoy, en estos tiempos, estamos en disposición,

o de intentarlo, de celebrar lo mejor 

de la existencia y a su vez

condenar este mundo

de Dios...

 

Tengo - ya no la sensación, sino certeza -, desde que leo al filósofo Byung-Chul Han de que Dios está ahí delante de nuestros ojos, en la soledad de los desiertos, en lo profundo de las sabanas africanas, en las selvas amazónicas, en las estepas siberianas e incluso en las profundidades de los océanos; Ahí donde todo es silencio. El otros Dios, del que hablan los incautos atados a sectas, iglesias y mezquitas no es sino un invento mental del Hombre que tuvo que inventárselo para esconderse de todos sus miedos. A ese Dios lo denunció el Diablo antes, cuando aún era un ángel, rebelde pero ángel al fin y al cabo; de ahí que desde entonces es el Diablo ese terrorista el más nombrado por el Hombre.