Suenan las campanas,
y buscamos algo en el ambiente,
miramos al vacío,
detenidamente.
Como escaleras,
subimos y bajamos entre la gente,
volvemos donde fuimos felices,
pero sabes que todo es diferente.
Los años pasan,
y cambia nuestra gente,
el destino nos atrofia,
y por momentos duele.
No sere preso
del reloj confundido,
antes que eso
mejor abatido, pero en mí, alegre.