Oscar Albanecich

Vaquero viejo

Sensación a veces tengo

de ser un vaquero,  un sherif viejo oxidado

abandonado en un trago de alcohol  interminable

con pasado de gloria y un presente de olores rancios

pero que de pronto despierta del letargo

rasura su barba

da brillo a sus pistolas

y sale al mundo  a enfrentar a los villanos

Claro, mis armas

son canciones son poemas

son manos que se extienden como puentes

son voz y voces que denuncian

el abuso pontificado por las leyes

de los señores servidores del dinero y la ambición..

Pero sobre todo

lucho por reconquistar

los senderos donde mi alma y corazón

se alimentaron con alegría de  emancipación

 

¿las tuyas cuáles son?¿cuáles son tus armas?

¿dónde está

el vaquero dormido

ese héroe que olvidó sus sueños su ruta

en medio de un trabajo

que como la polilla carcome el tiempo

los huesos, la memoria de niño ?

ese que gozaba construyendo

espacios de fantasía donde

a todo galope daba rienda suelta

 

Tu, yo  los millares que somos

salgamos de una vez

de la cantina de la enajenación

bailemos nuestro ritmo simple

pisemos la hojarasca

en un concierto de crujidos excitantes

olfateemos tierra húmeda

buscando los planos de la vida

que quisimos y abandonamos