Antes de que sea tarde,
escribe esos poemas
para que no te mueras solo.
Para que los versos
sean tu mejor herencia.
No importa si no
tienen algún destinatario.
Déjalos esparcidos a tu vera
y en el regazo de la piedra,
para que los caliente el sol
cerca del río y antes
de que sea noche.
L.G.