Rafael Blanco

Cristo restaurado

Sobre la mesa fragmentos

Rotos, heridos, maltrechos del cristo de tus momentos

 

Su rostro intacto de afrentas se encontró con mi mirada dolorida como testigo ausente de su trágica caída. Y lo confiaste a mis manos con tu mirada triste y perdida como confiando en mí el secreto de tu vida.

Y me entregue a lo humano intentando regresarle vida a aquella imagen sagrada que parecía perdida. Y poco a poco y a pedazos como quien reconstruye sus días ante el tiempo y a la espera que se anhela sin medida.

Al terminar la tarea encontré que aquella imagen crucificada y dolorida en su rostro delicado dibujaba una sonrisa que me permitió entender su regreso a la vida.

Hoy los ojos de mi hermana iluminan nuestros días y han vuelto a renacer como a su imagen divina.

Al restaurar nuevamente la cruz rota de su guía

La imagen del crucifijo nuevamente cobro vida y con sus brazos abiertos siempre da la bienvenida a quien sabe que por siempre le encomendara sus días

----------

Rafael Blanco López