Gallego??? Me preguntó la primera vez que cruzamos nuestras miradas.
Fue en aquella fábrica, donde el ruido y la gente se mezclaban con la luz de la tarde.
Su pregunta flotó entre nosotros, ligera pero cargada de intención, y mis ojos no pudieron apartarse de los suyos.
Por un momento, el mundo se hizo estrecho, y todo lo demás desapareció...
Solo existíamos ella, yo y ese silencio que sabía a descubrimiento.