Angel Samuel

Aquella Rosa Marchita

Vas y vienes, triste melancolía,
desempolvando aquellos días
en que tanto nos amábamos
y ahora tan solo nos odiamos.

Es deprimente ver cómo termina
todo lo que una vez comienza,
como el amor se escapa
de mi corazón sin piedad.

Te extraño, rosa marchita,
con tus apasionadas miradas.
Éramos demasiado felices
para estar juntos por siempre.

Fuiste mi tan preciado tesoro,
Fuiste mi dama, mi musa, mi todo.
Pero ahora solo eres terrible llanto
de un hermoso y trágico recuerdo.

Autor: Samuel Fuentes