Quiero el foco en mí.
Por alguna razón, no sé,
siempre termino escribiéndole poemas a alguien más,
en el silencio estrepitoso creo versos sobre él,
en la luna llena sobre aquél.
Y es molesto porque más que un círculo parece un cuadrado,
siempre llego a las puntas con un letargo
un letargo desahogador
y ya no quiero desahogarme,
desquitarme con las pobres hojas de papel,
no merecen palabras malas en ellas
¿Qué culpa tienen?
Quiero concentrarme en mí,
construir un poema que no sean corazones rotos
o la valentía de estar solo,
pero todo me lleva a escribir sobre el amor
o sobre como soy,
frágil, retórica, habladora.
Yo quiero centrarme en mí,
pero, ¿Y si yo soy el amor?
o quizás más que eso,
el síntoma del desamor.