_Ruido y silencio_
El silencio no produce,
ni paga impuestos ni crea marcas,
pero cura,
crea pausas,
y permite que el alma hable.
El capital teme
a quien no tiene prisa,
a quien escucha al río
y no al mercado.
El ruido vende,
el ruido ordena,
el ruido compra conciencias ajenas.
Pero el silencio…
ah, el silencio gobierna el alma,
y eso, no tiene precio.