John morales

A una ninfa de junco y capulí (soneto endecasílabo)

Porque hasta mí llegaste en el invierno,

glacial de mi vida, tan silenciosa.

En tus ojos nació la blanca rosa,

abril que deshojó mi lado tierno.

 

¡Oh, mi ninfa de junco y capulí!

Las voces de tu alma son trompetas,

entonadas por hábiles poetas,

que refulgen lejanos cual rubí.

 

¡Oh, tu amor de raíz inmaculada!

que vuela en primavera como hada.

Y como regalando al sol fulgores.

 

Haz de este octubre blancas amapolas.

Y llevádme contigo amor, a solas.

¡Besádme en tu bondad con tus amores!

 

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John Morales Arriola