Tu poeta del alma

La Primera Cita

Nunca imaginé que llegarías ese día
Los nervios embargaban mi cuerpo
De lejos te observé llegar, ¡Que Alegría!

Portaba vestido, parecía un sueño o tal vez estaba muerto.
hipotizado por esos labios rojos,
idiotizado cuando me miró a los ojos.

Caminamos un poco, me preguntó como estaba
Mi corazón estallaba, pero respondí, ¡muy bien!
Su voz tan dulce, me fascinaba
yo no sabia que más decir, si hablabamos casi recién

Nos sentamos frente a frente esa noche aquella
En un café de la zona, solamente para este servidor y ella
No me atreví a besarla, porque sabía,
Que después de esta cita, en algún momento llegaría.