Camino en medio
de mi sala hipóstila,
carente ya de nenúfares y papiros.
Tengo la absoluta certidumbre
de ser un híbrido,
uno que es mezcla
de color y penalidades.
Mañana me lavaré el cabello
para luego, casi de inmediato,
lavarme la conciencia.
Este despojo me desconoce,
soy inmadura bajo las axilas,
la vena yugular y la atropina.
He tocado puertas con aldabas
y también sin ellas,
buscando, ebria de luz,
la compañía y la caricia.
Sólo hallo podredumbre.
OLLIN
28/11/2010