Edward Flores

Una puerta abierta

Y después de años
sin saber de ti,
vuelves a mi vida
tocando una puerta
que siempre estuvo abierta,
preguntando
si aún te recordaba.

Amada mía,
¿cómo olvidar mis ojos
que se perdían en tu belleza?
¿Cómo olvidar mis oídos,
que hallaban calma en tu voz?
¿Cómo olvidar mis labios,
que probaban lo más dulce de la vida?

¿Cómo olvidar
toda esa parte de mí
que tú eras?

Podría pedirte
que no te vayas,
pero sé que, con los años,
seguiste con tu vida…
algo que, lamentablemente,
yo nunca pude hacer
sin ti.