Adrian
A veces la distancia parece un abismo, pero yo aprendí que el amor no se mide en kilómetros, sino en todo lo que aún sentimos cuando cerramos los ojos.
No quiero que la nostalgia te confunda ni te lleve a creer que el amor se marchita lejos. Al contrario: en el silencio también se puede amar, y en la espera se puede construir.
Yo sigo creyendo en lo nuestro, aunque el viento sople distinto.
Porque el día que vuelva a mirarte, y sea a un centímetro de distancia, tus ojos tendrán todas las respuestas que hoy parecen un misterio.
Y vas a entender que la distancia solo fue una prueba para los que aman de verdad.