Este último mes
me la he pasado pensando
si hay una manera correcta
de poder decir adiós
una que no me pese tanto en el corazón.
He empezado a imaginarme una vida
sin tu compañía a mi lado;
¿Esto se llama despedida?
¿Así es como empieza?
¿Cómo lo sabes?
He empezado a aceptar que mañana querré volver y sé que me diré que no,
por protegerme a mí misma;
¿A eso se le llama amor propio?
Que ilusa fui al creer que en ese interminable silencio aún quedaba algún sonido,
cuando desde el inicio ya existía ese silencio;
el ruido dejó de oírse hace tanto tiempo y no lo quise aceptar.
Caminé en solitario esperando encontrarte al llegar,
y resultó que ya te habías despedido antes en la salida;
mi llegada era sin compañía.
¿Alguna vez sabré pasar la página si aún sigo leyéndola?