Creciente mi acrimonia, en sal servida,
me doy por prosperar flamencos idos
en tabla de sulfuro, gloria hervida...
Pensar que colonice el bar de fruidos.
Y ahora, me consuela un mar sin vida...
debí multiplicar mis bollos guidos.
Por todo me acongojo, ¡Soy pendejo!
Vení por mi ansiedad, que más me alejo...