A pesar de que rompiste mi corazón,
de que dejaste un vacío tan profundo,
de que en mí sembraste confusión,
y me hiciste sentir lo peor del mundo…
Aun así,
te deseo luz en cada paso,
que la vida te abrace con ternura,
que todo sueño que persigas
te florezca sin amargura.
Deseo que seas feliz,
que el éxito te tome de la mano,
que tengas un esposo que te adore,
unos hijos que te miren con el mismo amor
con el que yo te miré algún día.
Porque, aunque dolió tu traición,
viví contigo los mejores días de mi vida,
y por más heridas que sangren aún,
no cambiaría ni un solo segundo.
Somos jóvenes,
aprendemos entre lágrimas y errores,
y aunque no estuvo bien lo que hiciste,
no te guardo rencores.
Que la vida te sea buena,
que todo te salga como soñaste,
y si algún día miras atrás,
recuerda:
solo Dios sabe cuánto te amé,
y cuán orgulloso estaría
de verte cumplir lo que tanto anhelabas.
Ten una vida maravillosa…
porque aunque me dolió perderte,
aun desde la distancia,
te deseo paz.