GEOPOÉTICA
Tomando y retomando estoy la idea
de hacer, de este caudal, un movimiento
que ensalce teoría y fundamento,
tomando, por lo tanto, la tarea:
partir de lo esencial y la conciencia,
teniendo por enfoque literario
el fúlgido quehacer e itinerario
del arte cuan taller la viva ciencia.
Recójase el concepto de poeta
como un perfilador del instrumento,
consciente a su raíz o pensamiento,
mostrando el telurismo del planeta.
Enfóquese el aedo cada día
en diálogo y razón con lo virtuoso
e inclúyase la búsqueda o reposo
en ética de oficio u ontología.
La mística del suelo se revele
con rama espiritual, memoria activa,
juntando tradición y savia viva
con todo lo que el alma vive y suele.
Rechácese lo efímero por arte
que sea perdurable y consistente,
que evoque ecología resiliente
en cual la vida beba el estandarte.
Inclúyase la búsqueda constante
de tópicos certeros sin marasmo
y júntese el portal con entusiasmo,
dejando la ipseidad beligerante.
Y llámese con eco al hemisferio,
los versos, testimonio de la ética;
porque es mejor la esencia que la estética,
aunque haya deferencia en el criterio.
Escríbase del luto de la tierra
que tengo por propuesta a este breviario,
sentar un movimiento literario
de luz, Geopoética en la guerra.
Publíquese del término frecuente
y dígase con versos la materia:
que somos, del portal, la periferia,
la voz del oprimido y combatiente.
Ya déjese el quehacer superficial
por algo más profundo que dé gloria;
la lucha es el camino a la victoria,
si existe conexión espiritual.
Apuéstese por letras con mensajes,
que digan la verdad sin encubrirla,
que al cabo, con pensar y discernirla,
penetra las entrañas en los paisajes.
Despójese el raudal, la indiferencia
y fórmese un circuito de peritos,
que sean los poemas infinitos
a gusto del autor y su creencia.
Esfuércese el poeta en el oficio
de ser conocedor de la gramática,
la lengua se transforma, no es estática,
por ende, es importante el ejercicio.
Ensáyese el amor con la belleza
que tienen los boscajes, las colinas;
y plántese la lírica o cortinas
en donde sea unción naturaleza.
En fin, que se pretende un movimiento
variado, con perfil meditabundo.
Divúlguese las bases por el mundo
y aplíquese el taller al pensamiento.
Samuel Dixon