Vi, la cruz rota en la playa olvidada,
pescador ciego, buscando señales
sobre sauce a mariposa desalada,
otrora marcaba nuestras iniciales.
Reacio el maizal, olvidó a su llanto,
cuando fuego enfrentó con manos de agua;
mas sintió un hondo dolor y quebranto
al descubrir a Valentina en fragua.
Ella llevó del verso la alborada,
mudo poeta quedó sin canción,
historia triste, rota y condenada,
solo me deja amarga reflexión:
Nada quedó de Valentina amada;
ya no existe quien fuera inspiración.