Silvana Ibáñez

Soneto a Valentina

 

Vi, la cruz rota en la playa olvidada,

pescador ciego, buscando señales 

sobre sauce a mariposa desalada,

otrora marcaba nuestras iniciales.

 

Reacio el maizal, olvidó a su llanto,

cuando fuego enfrentó con manos de agua;

mas sintió un hondo dolor y quebranto

al descubrir a Valentina en fragua.



Ella llevó del verso la alborada,

mudo poeta quedó sin canción,

historia triste, rota y condenada,

 

solo me deja amarga reflexión:

Nada quedó de Valentina amada;

ya no existe quien fuera inspiración.