IMBORRABLE
Al Instituto Emilio Rosales Ponce, Cobán A.V.
(Juan Carlos Ayala)
No lo niego, a veces apelo
a lo imposible:
me hubiera gustado
caminar hacia tus brazos
todas las mañanas de mi vida;
sin embargo, me conformo
con llevar tu sonrisa tatuada
en mi alma.
Cada vez que vuelo hacia atrás,
preguntándome a donde se fue el pasado,
estas tú, irremediablemente tú,
empapado de historias
de lo que fueron aquellos momentos
en que atravesábamos descalzos
el infierno de nuestras pasiones.
Allá, incrustado en ese pequeño valle,
vecino del ecológico de América
esta tu sagrada estructura;
donde, en varias ocasiones,
un cigarrillo o los labios
de alguna muchacha,
nos llevamos a la boca;
mientras, pacientemente,
los libros nos miraban.
Derechos reservados.