Nataly Olarte

Con sentidos, con sentido, consentida.

Te amo en el vuelo de las mariposas y en las flores que me encuentro en el camino. 

Allí donde me descubro a mí misma contemplando tu imagen en el aroma de cada pétalo.

 

Te amo en la paz de tu rostro sobre mi pecho, cuando en complicidad de la lluvia te abrazas a mi entraña y te conviertes en la pieza que no sabía que me faltaba.

 

Te amo en las noches cálidas, cuando riño con la manta

y en las heladas, cuando tus pies fríos buscan mi cuerpo para acurrucarse.

 

Te amo en el olor de tu cabello y en la daga fulgurosa que se clava entre el pecho y la espalda cuando rodeo tu cintura.

 

Te amo entre las dudas resueltas, los cielos claros y las aguas cristalinas de tu alma noble que me ofrece besar su espalda para surfear la bruma.

 

Te amo en el sabor de tus besos

y en la ausencia que hiere a mis labios cuando te alejas.

 

Te amo en la liviandad de la certeza de que en tu regazo pueden dormir mis miedos

y en el miedo absurdo de que un día, de pronto, me sueltes la mano.

 

Te amo en tu risa estridente y en el llanto suave;

en la palabra molesta y en el gemido ahogado.

 

Te amo cada día, con todos los sentidos y en todas las facetas.

 

Te amo a ti y voy descubriendo que sólo basta con estar contigo,

 

para también amarme a mí.