No todas las noches
duermo lo suficiente.
Casi nunca sueño,
pero si sufro pesadillas.
Constantemente
lucho contra seres abominables
que quieren devorarme
pedazo por pedazo.
La prueba:
Todas las mañanas amanezco
con surcos profundos en la cara.
OLLIN
22/10/2010