Lulito_4576

Si, no nadé

No. No nadé.
Me quedé inmóvil en el agua,
esperando que, por fin, la presión me matara.
Pesada sentía el agua;
mis pulmones estaban a punto de estallar.

Y un ángel con alas llegó a sacarme.
¿Cómo se dio cuenta de que estaba ahí,
a punto de morir,
aprisionada por mi sentir?

No permití el cariño de aquel ángel,
pues al notar heridas en sus alas,
no supe cómo curarlas.
Y volví a ahogarme en ese mar
de desesperación.

Perdón por no aguantar lo suficiente,
por ahogarme en soledad.
Si la corriente llega a llevarme,
no quiero que la ausencia de mi cuerpo te pese.