Vampiros, hombres-lobos y brujas
caminan rumbo a las tumbas
a adorar al abuelo
de la oscuridad
son las once de la noche
y aún no han llegado
todas las legiones venidas
de lejos, de allende el mar
íncubos, súcubos y sirenas
viajando en nubes de humo y perlas
espectros y fantasmas
arrancandose los pocos cabellos que les quedan
zombies, utópicos, bizcos y canijos
marianitas y sacerdotes albinos al frente
cargando feretros de huesos y pieles secas
iluminando el camino, un par de duendes
con antorchas en las manos
listos para el aquelarre mundial
miles de seres de oscuridad
vienen a saltillo a reproducirse
los veo, y me escondo
no me uno a ellos, aunque soy mitad demonio
no me representan niguno de ellos
las ánimas en pena, las brujas
haciendo su desmadre
arrojando explosiones al aire
para amedrentar el cementerio entero
y un olor a azufre recorre el lugar
pronto serán las 12 y se armará el mitote.