No los veo muy a menudo
pero son inconfundibles
porque doblan la apuesta
al amor y son apasionadamente
aguerridos.
Pese a su amplitud de miras,
suelen ir mirando al suelo
para no pisar a las hormigas
y aprobechan sus vacaciones
para viajar a Somalia
a ofrecer lo poco que tienen
a quien no tiene nada,
y lo más inquientante:
lo hacen de manera anónima
porque no les gusta
que les pongan la etiqueta
de buenas personas.
En ocasiones se manifiestan
en forma de políticos
y se bajan el sueldo
o dimiten de sus cargos
cuando creen que otro
lo puede hacer mejor:
Realmente aterrador.
Suelen vivir cerca
de los cementerios
para que no tengan
que cargar mucho con ellos
cuando dejen de ser vivos.
Están por pocas partes,
nunca se rinden
ante los golpes de la vida
e incluso cuando dejo
de verlos, sé que siguen vivos
porque su presencia es inmortal.