Hace mucho tiempo, prometiste,
dejarme trazadas tus huellas
como granos de polvo resplandecientes
blancos, festivos, como fulgor de oro
hecho espíritu y llama
transmutado en aire,
para llevarme a destinos mansos, apacibles
Hace mucho tiempo, busco ese camino
de ensenadas suaves y resplandores blancos
colmado de horas silenciosas
que se transpiran, con el perfume de brisas,
espléndidas de alegrías,
un camino humectado por el orvallo
engalanado de pétalos
aureolado de ilusiones.
Hace tiempo que tránsito un camino,
marcado por la carne y su anarquía,
lesionado por emociones imprecisas,
que sorprenden con la delicada locura,
de las manías
un camino de jardines estériles
de confusiones bautizadas como éxtasis
de sarcasmos delineados por la vida
que reclama tu promesa y tus huellas