Buscando mis días, de paz se revistan
y vengan vestidos de regio tisú;
el viento me dice con grande tristeza:
¡Que haces falta tú!
Buscando mis sueños, encuentren un nido
que sea bordado de mágico tul;
con mustia mirada, la aurora me dice:
¡Que haces falta tú!
Queriendo en mis rimas, poner la ternura
que tienen las notas del dulce laud;
de forma inmediata, mi musa recuerda:
¡Que haces falta tú!
Tratando mis versos, naveguen en calma
en amplias lagunas de místico azul;
la blanca gaviota me dice apenada:
¡Que haces falta tú!
Pensando mis letras llevar a los cielos
que Dios les regale magnífica luz;
un ángel sonriente me dice con pena:
¡Que haces falta tú!
Autor: Aníbal Rodríguez.