(Tandil, 12 de octubre de 2025)
La encontré en los estantes de verdura
y casi se me sale el corazón,
entre dientes cantaba una canción
moviendo levemente su cintura.
Me dejó trastornado su figura,
su boca, su nariz y su mirada.
Tengo chuletas, falta la ensalada
o tengo, qué no tengo, qué me olvido,
hasta eso que anoté se me ha perdido
mientras sigo a la dama hacia la entrada.
La bonita hizo un giro de improviso,
de modo que quedamos frente a frente;
bastó un empujoncito de la gente
para llegar de pronto al paraíso.
Mi compra y mi bastón fueron al piso,
y ya extraviado y con los ojos llenos,
fui a caer en sus brazos, ya sin frenos.
Nada impidió que mi nariz se hundiera
entre sus pechos ¡Ay Dios si yo tuviera
unos cincuenta, sesenta añitos menos!
Derechos reservados por Ruben Maldonado.