Leonel perez

En Guerra con el Amor

¡Hasta que apareces!, como lo esperaba: sin avisar y sin tocar la puerta, de imprevisto.

Llegas y te adueñas de los espacios y, cual tirano, te deshaces de mi calma. Agobias mis sentidos y me conduce al abismo, a la más profunda rabia.

¿Cuál es el precio a pagar por tu presencia? ¿Mi equilibrio?

Huérfano estuve de ti por todo este tiempo, hasta me había resignado a no tenerte. Inerte, vagué por los caminos de la infelicidad y, como aguacero tenaz, terminé en lloviznas de paz.

Ahora que convencido transito los días sin necesitarte, te presentas como una sombra persiguiéndome, mortificando y perturbando mi existencia.

¡No te quiero! Me hiciste falta, y ahora no.

Parte como llegaste: sin avisar y sin despedirte. que sin amor aún puedo y quiero vivir.

No regreses, piérdete en la desesperanza y sucumbe en lo más profundo del olvido.

Sin ti he llegado lejos; contigo, nada he de esperar.

Buscándote enfrenté las más difíciles guerras y todas las perdí, y ahora, cual premio sin merecer y como si lástima te diera mi andar, vienes a consolar mi desdicha.

Pues ahora soy yo quien te desprecia y te echa como un deseo sin valor; pues, aunque lo merezco, prefiero morir en el orgullo.

Vete, amor... otro de seguro te aceptará.