No te importaba destrozarme,
¿por qué me hacías culpable de tu desastre?
La última vez que hablamos,
me dijiste lo que tenias pensando,
que si decía que quedarme es lo que prefiero,
harías todo como estaba planeado.
¿Por qué siempre después de herirme?
¿Por qué cuando quedarme era mi castigo?
Creías qué tengo a alguien más,
que dejabas de ser suficiente para mí,
o que yo buscaba a alguien más en ti,
pero nunca fue lo que hacía por detrás,
te invadía el temor,
los nervios de ser así,
el miedo de que te hiciera
lo que me quisiste hacer a mí.