¿A dónde van los versos cuando mueren?
¿Al cielo de los poemas,
donde duermen las metáforas rotas
y los silencios encuentran sentido?
¿Se lamentan las rimas tristes
por no haber rimado con el alma?
¿O se perdonan entre sí,
sabiendo que toda tristeza es también arte?
Las letras locas no se pierden,
se rebelan contra la cordura,
y en su locura fundan un idioma
que solo el buen lector entiende.
Quizás ningún verso muere,
solo cambia de cuerpo,
y vuelve a nacer en otro poeta
Que aun desconoce que lo escribirá