Siempre te amé y soñaba verte enamorado.
Eran quimeras, esos porqués que, yo creaba.
No me engaño, fuiste y serás, lo más amado.
Tejiendo fantasías de amor yo, me lo pasaba.
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Hoy, al ojear el pasado, debo olvidar tal error.
En verdad, todo lo cambia, la pertinaz pasión.
El amor, en sí, trae encriptados deseo y dolor.
Vale conocer, cuál es el tenor de esa emoción.
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Vida mía, solía decir, sin pensar, en más nada.
Hoy entiendo qué, algunas, son frases hechas.
En el impasse supe qué, el amor, es la espada.
Y, qué la misma, es el arma de almas desechas.
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¡Vivir la pasión, con ojos abiertos, es la conseja.
Es legal saber de qué forma, el amor, te maneja!