Evio

De pecho en pecho

¿No es bello acaso? Cuando el amor, 

Deseoso, sale del pecho para habitar otro.

Cuando cual demonio el alma posee,

Y posa para la amada carne del amado.

Pues guerra es su padre y Tártaro la cuna,

Dulce diablo de crueles pupilas.

Si vos y no la luz, tentado hubieres

en el desierto al Salvador,

Corona de rosas y no de espinas

Se alzase hoy sobre la faz del hombre.